Katla, en las entrañas de una cueva de hielo en Islandia ¡en verano!

Esta era una de las experiencias que no me quería perder en mi ruta por Islandia bajo ninguna circunstancia. Pero había un problema.Las cuevas de hielo sólo son visitables en el invierno islandés y yo viajaba a Islandia en septiembre. ¿Estás en la misma tesitura?.Tengo buenas noticias para ti: problema resuelto. Hay una cueva de hielo en Islandia que podemos visitar durante todo el año, también en verano. Se trata de la cueva glaciar de Katla.

Toma su nombre de un viejo dormido bajo la gigantesca masa de hielo del glaciar Mýrdalsjökull. Dormido por ahora. Se trata del volcán de Katla, uno de los más potentes del sur de Islandia. Y digo lo de dormido por ahora, porque desde el año 930 ha erupcionado en 20 ocasiones. Nunca había estado en reposo más de 95 años seguidos y su última erupción fue en el año 1.918. Echad cuentas porque parece que ya le toca 🙂

Visitar una cueva de hielo en Islandia en verano: Katla

Vamos al grano. ¿Cómo se desarrolla la actividad?, ¿cuánto cuesta?, ¿merece la pena?, ¿tendremos tiempo libre para disfrutar de la zona a nuestro aire?. Tranqui, que ahora te lo explico todo con pelos y señales.

Como os decía, tenía muy claro que ésta sería una de las pocas excursiones, junto al trekking sobre glaciar en Skaftafell y la excursión por Landmannalaugar, que realizaría por el país. ¿Quién sabe cuanto tiempo tardaré en volver? Había que aprovechar las dos semanas de viaje al máximo. Y ¿por qué Katla?. Muy sencillo. Porque es la única cueva de hielo visitable en Islandia fuera de la temporada de invierno. Incluso, durante los meses de verano. Por una vez, la elección iba a ser muy sencilla.

Y antes de entrar en detalles, os dejo un pequeño video de lo que fue la experiencia. A pesar de la lluvia y la escasa visibilidad, ya podéis comprobar lo alucinantes que son los paisajes. es como estar en otro mundo. Dale al play y déjate llevar.

El punto de encuentro era la gasolinera N1 del centro de Vik a las 11:00 horas donde bien puntual aparece nuestro guía con el vehículo que nos transportará a paisajes de otro mundo. Ni más ni menos que un super jeep. Lo que viene siendo un todoterreno de enormes proporciones capaz de circular por cualquier tipo de terreno.

El viaje comienza en la carretera, en concreto por la mítica Ring Road, pero pronto nos adentraremos en el interior de Islandia por caminos sólo aptos para este tipo de vehículos. Las montañas de formas imposibles y de un verde intenso, e inmensos campos de lava negra comienzan a aparecer ante nuestros ojos.

Desafortunadamente, una vez más, la meteorología hizo de las suyas. No paró de llover durante todo el trayecto restando muchísima visibilidad. Ya lo sabes, no te olvides del chubasquero. Como consecuencia, las fotos nos le hacen justicia al panorama que vi con mis propios ojos. Confía en mi, es mucho más espectacular de lo que parece.

Casi sin darnos cuenta y ensimismados con todo lo que veíamos por el camino, ya nos encontrábamos al pie del glaciar Mýrdalsjökull, en concreto en la lengua glaciar Kötlujökull. Una vez ataviados con el casco de seguridad, los crampones y chubasqueros, tocaba caminar por el hielo.

Pronto comenzamos a entender que estamos caminando por hielo con millones de años de antigüedad. Hielo blanco y azulado, teñido por toda una gama de grises y negros. Nos os olvidéis que estamos caminando sobre un volcán, y las pasadas erupciones condicionaron los paisajes que vemos en la actualidad.

Llegó el momento, tras una pequeña caminata por el glaciar nos encontramos a la entrada de la cueva. Y el guía lo dispuso todo para que pudiéramos disfrutarla en pequeños grupos. Una maravilla de hielo pulido y brillante que nos muestra en diversas vetas los colores y el paso de los siglos.

Es bastante pequeñita, pero debes entender que su morfología cambia de manera constante. Las lluvias, el movimiento natural del glaciar, el deshielo… cualquier incidencia climatológica modifica el aspecto de estas cuevas naturales de hielo. Algo muy fácil de comprender con el goteo incesante de agua que caía sobre nuestras cabezas en el interior de la cueva.

Hubo tiempo para seguir caminando por el hielo y descubrir una cascada natural y otra cueva glaciar. Aunque, desafortunadamente, esta vez no pudimos entrar. La lluvia incesante desaconsejaba su visita, el hielo es muy inestable en estas condiciones.

El tiempo se pasa volando en un lugar como éste. Pero era momento de emprender el regreso. Un camino de vuelta más emocionante y divertido si cabe. Pudimos ver más paisajes increíbles, hacer unos cuantos trompos a bordo del super jeep y seguir escuchando ensimismados todas las explicaciones e historias que, con tanto cariño, nos relataba nuestro simpático guía.

Última parada. Aún quedaba tiempo de sobra para seguir disfrutando de las playas de Vik con su arena volcánica de un color negro impoluto y unas olas que rugen con una fuerza inusitada (no os acerquéis a la orilla, es muy peligroso). Por la mañana, antes de comenzar la jornada, había visitado la playa de Reynisfjara, famosa por sus columnas de basalto, y no se me ocurre mejor colofón a la excursión que volver a disfrutar de este regalo de la naturaleza.

Excursiones de invierno a cuevas de hielo en Islandia

Os he transportado al interior de una cueva de hielo negra, teñida de ceniza volcánica. Un rincón maravilloso que ni la peor climatología posible nos pudo estropear. Una fantástica opción, especialmente durante lo meses de verano. Pero hay más posibilidades, especialmente en invierno. Esas cuevas de tonos blancos y azulados que habrás visto en un montón de fotografías.

Las fotografías lo dicen todo. Cuevas esculpidas por la acción erosiva de la climatología y por el movimiento del propio glaciar que parecen auténticas catedrales naturales. Como es comprensible y, al igual que sucede con la cueva de Katla, cada año cambian su morfología. Algunas desparecen y dan lugar a otras nuevas. La madre naturaleza siempre está dispuesta a mostrarnos sus secretos.

Alucinante ¿verdad?. Pues echa cuentas y sopesa si puedes incluir esta excursión en tu presupuesto. Traspasar el umbral de una cueva de hielo en Islandia es una de las mejores experiencias que puedes vivir en el país.

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