Qué ver en Marruecos: 27 destinos increíbles de norte a sur

A los blogueros se nos ve mucho el plumero. Cuando un destino nos encandila, la verborrea y adjetivos grandilocuentes florecen en nuestros textos. Esto no es más que un aviso a navegantes. ¡Marruecos me ha flipado! Por ello, se merecía un artículo bien currado que haga honor a la fascinación que genera. Y aquí lo tienes. He recogido los mejores destinos que ver en Marruecos. ¡La guía más completita de internet!

Obviamente, esta lista está basada en mi experiencia y opiniones personales. Te diré los destinos de Marruecos que me han enamorado y los que me han decepcionado ¡Sin filtros! Aquellos a los que volvería una y mil veces y otros que se quedaron en el tintero. Y todo bien ordenado geográficamente para que puedas escoger sin dificultad.

Para simplificar el contenido, este artículo está dividido en 3 grandes bloques: Marrakech y otros destinos cercanos, el desierto de Merzouga y lugares cercanos, y el norte de Marruecos. Te diré cuánto tiempo debes dedicar en cada destino, qué visitar, también te hablaré de otros lugares muy chulos que aún no he tenido la fortuna de conocer en primera persona y te dejaré el mapa de localización. ¡Más completo imposible! ¿Empezamos?

Qué ver en Marruecos: Marrakech y alrededores

Comenzamos con el destino estrella para una primera toma de contacto con el país norteafricano. Marrakech ofrece suficientes alicientes para pasar varios días descubriendo su patrimonio y zambullirte en el estilo de vida marroquí. Además, es una oportunidad perfecta para realizar conocer otros lugares cercanos e interesantes que visitar en Marruecos.

1. Marrakech

En medio de un paisaje árido y un horizonte de montañas nevadas, la ciudad roja nos recibe como baluarte de la amabilidad y hospitalidad marroquí. Con una herencia histórica y artística increíble, Marrakech es un imprescindible indiscutible que ver en Marruecos. Solo debes dejarte llevar por el latido bullicioso de la vida diaria en el interior de sus murallas y una de las ofertas turísticas más amplias del país. El flechazo está más que asegurado.

¿Los imprescindibles de la ciudad? Piérdete por el laberinto de calles y plazas de su Medina nombrada Patrimonio Mundial por la Unesco y alucina con el trabajo de los oficios artesanos en sus impresionantes zocos tradicionales. Prepárate para recibir una descarga de estímulos en forma de olores, colores y sabores en la plaza Jemaa el-Fna y vivir un momento único desde alguna de las terrazas durante la puesta de sol ¡Es brutal!

No son pocos los monumentos que merecen una visita calmada como el Palacio Bahía, las Tumbas Saadíes, el Palacio El Badi y la Madrassa Ben Youssef. Además, la imágen icónica del minarete de la Mezquita de la Koutoubia te acompañará durante todo tu recorrido.

Resérvate un mínimo de 2 días completos para conocer la ciudad. ¿Tienes más tiempo disponible? No lo dudes y contrata una excursión por los alrededores (Essaouira y las cascadas de Ouzoud son las mejores). Agradecerás el soplo de aire fresco dentro de la frenética actividad de Marrakech.

2. Essaouira

En la costa occidental de Marruecos y a unos 200 kilómetros de Marrakech, esta ciudad amurallada con un perfil heredado de su época de ocupación portuguesa, se asoma al océano Atlántico en un enclave único. Estamos ante uno de los lugares con más encanto que visitar en Marruecos, ideal para disfrutar de sus monumentos, de la autenticidad local y degustar pescado y marisco bien fresco.

El alma de Essaouira reside en su puerto. Una imagen de postal gracias a sus llamativas barcas de madera, el ajetreo en los puestos callejeros donde exponen el pescado del día, las magníficas vistas desde la fortaleza Skala del puerto y cientos de gaviotas sobrevolando la escena en busca de algún sabroso botín. Te vas a volver loco haciendo fotos en cada esquina.

Dentro de las murallas nos espera la Medina también declarada Patrimonio Mundial. Un centro histórico impresionante plagado de calles y plazoletas pintadas en tonos blancos y azules, y un barrio judío de edificios decadentes donde parece haberse detenido el tiempo. El mejor broche a tu visita es terminar con un paseo por las murallas de la fortaleza y su batería de cañones.

No es una de las grandes bazas de Essaouira, pero no hay que olvidar su extensa playa donde windsurfistas, caballos y camellos comparten arena y olas cada día.

3. Cascadas de Ouzoud

Tengo que confesar que no esperaba mucho de Ouzoud. Menudo error. Estamos ante uno de los mejores planes que hacer en Marruecos. ¿Te imaginas una sucesión de cascadas de 110 metros de altura precipitándose en varios niveles por una profunda garganta de roca rojiza? Esta maravilla de la naturaleza, considerada la más alta del norte de África, se encuentra en las montañas del Atlas Medio marroquí y a unas 3 horas de trayecto desde Marrakech.

¿Lo mejor de todo? Que las cataratas de Ouzoud son super accesibles. La visita transcurre a través de una sencilla ruta de senderismo circular que nos brinda diferentes diferentes perspectivas y miradores increíbles. En este post sobre las cascadas de Ouzoud tienes todos los detalles sobre el sendero y cómo llegar.

Qué visitar en Marruecos ¡Camino al desierto de Merzouga!

¿Quién no ha soñado alguna vez caminar por las dunas del Sahara mientras el sol del atardecer tiñe la arena de tonos super intensos? En Marruecos los sueños se hacen realidad. Y no solo eso, sino que también vas a conocer lugares que parecen sacados del cuento de las mil y una noches durante tu camino al desierto. Bajo mi punto de vista, es una de las mejores experiencias que vivir en Marruecos.

Este segundo bloque corresponde a los destinos más bonitos que visitar en el desierto de Merzouga (Erg Chebbi) y de camino al mismo saliendo desde Marrakech y finalizando en Fez. Lo normal sería hacer el camino de Marrakech a Merzouga en dos días y el trayecto de Merzouga a Fez en un día.

Pero las combinaciones son múltiples, puedes salir y regresar desde Marrakech en 3 o 4 días, salir de Marrakech y acabar en Fez y viceversa también en 3 o 4 días, o salir y regresar desde Fez en 2 o 3 días.

4. Cordillera del Atlas

Las imponentes montañas del Atlas atraviesan el norte de África separando las costas atlánticas y mediterráneas del desierto del Sahara. ¡Exactamente! Son esas increíbles cumbres nevadas que se distinguen en el horizonte de Marrakech (en los días despejados, claro). De hecho, nos van a acompañar durante gran parte de nuestro recorrido hacia el desierto y nos regalarán el mejor telón de fondo posible ante una travesía de película.

¡Empezamos! En nuestro camino hacia Merzouga desde Marrakech, uno de los primeros puntos a destacar es la cima del puerto de montaña más alto del norte de África, el Tizi n’Tichka a 2.260 metros de altura. El paisaje que nos ofrece el mirador varía muchísimo dependiendo de la época del año: desde relieves verdes y boscosos hasta un blanco manto de nieve. ¡Todos ellos espectaculares!

Hay otras muchas posibilidades para enamorarse de la grandeza natural que esconde el Atlas marroquí. Para los más montañeros la ascensión al Toubkal, que con sus 4.167 metros es la montaña más alta de toda la cordillera, es un objetivo muy apetecible y relativamente asequible.

5. Kasbah Telouet y carretera P1506

Toca descubrir una de las cosas más especiales que ofrece el sur de Marruecos: sus kasbahs. Se trata de edificios de origen bereber construidos en adobe que hacían las veces de fortaleza, palacio, vivienda e incluso corrales. Los detalles de su arquitectura y la belleza de sus emplazamientos es única.

Poco después de cruzar el puerto de montaña de Tizi n’Tichka y tomando el desvío por la carretera P1506, se entra de lleno en un recorrido de película. La Kasbah de Telouet es la primera parada de muchas en el camino. Que no te engañe su aparencia exterior ruinosa y de aparente abandono. Puedes acceder al interior por un precio muy económico y merece muchísimo pena.

Telouet conserva varias salas de estilo andalusí en las que deleitarte con cada filigrana de sus paredes y las artesanías de sus techos de madera. Parece increíble que esta maravilla permanezca escondida bajo unos muros que el tiempo ha ido desmoronando. Desde su terraza y, especialmente, desde una ventana del interior, se obtienen unas maravillosas vistas panorámicas.

La carretera continúa por el Valle de Ounila atravesando un entorno natural impresionante de montañas arcillosas que contrastan con el verdor de los oasis. A lo largo del recorrido, se diseminan multitud de kasbahs en plena simbiosis con el entorno. Aunque son más humildes y algunas están en estado ruinoso, este recorrido entre Telouet y Ait Ben Haddou es brutal. Una de las carreteras más alucinantes que ver en Marruecos.

6. Ksar Ait Ben Haddou

Cerca del final de la carretera P1506 se encuentra el lugar más icónico en tu ruta hacia el desierto y uno de los puntos más hermosos que visitar en Marruecos: El Ksar Ait Ben Haddou. El término Ksar se refiere, a grandes rasgos, a una agrupación de kasbahs a modo de ciudadela con varias entradas en sus murallas.

Ésta es una de las imágenes más emblemáticas del país. Y te lo aseguro: no defrauda. Ait Ben Haddou está ubicado junto al cauce del río Ounila y en lo alto de una colina con vistas magníficas del entorno. Impresiona muchísimo el buen estado de conservación del conjunto de casas y torres edificados en adobe, sus galerías y cada detalle de una arquitetura mágica. No es de extrañar que este enclave histório sea Patrimonio de la Humanidad.

¡Es un lugar de película! Y nunca mejor dicho. Ha sido escenario de filmes tan famosos como Babel, Gladiator, Lawrence de Arabia o Juego de Tronos, entre otros. Es fácil imaginar a Daenerys Targaryen y sus dragones sobrevolando la escena ¿verdad?

Para disfrutar sin agobios de la visita, debes dedicarle al menos un par de horas. Sin embargo, yo te recomiendo hacer noche en el propio pueblo de Ait Ben Haddou. Tiene que ser maravilloso disfrutar de un atardecer o un amanecer junto a este enclave. ¡Fotazas de postal aseguradas! 😉

7. Ouarzazate

Conocida como la puerta del desierto por ocupar un lugar estratégico a medio camino entre Merzouga y Marrakech, esta localidad cuenta con todo tipo de servicios para el visitante y una amplia oferta de actividades en sus alrededores. De hecho, tiene aeropuerto internacional y es punto de pernocta habitual.

Más allá de la visita a la enorme y bien conservada Kasbah Taourirt y al zoco artesanal que se encuentra frente a ella, debo reconocer que es un lugar que no me inspiró mucho interés. Ojo, se trata solo de una opinión personal.

Al igual que en Ait Ben Haddou, los evocadores paisajes que rodean la ciudad han servido de inspiración para el rodaje de míticas producciones cinematográficas. Tanto es así que en la llamada Hollywood de África los amantes del séptimo arte pueden visitar los importantes Estudios Atlas y un Museo del Cine.

8. Kasbah Amridil y palmeral Skoura

Otra de las Kasbahs más importantes que ver en Marruecos de camino al desierto es la espectacular Kasbah Amridil. Además de observar sus impresionantes detalles arquitectónicos desde fuera, se puede acceder a su interior y disfrutar de las vistas. Y es que, ante nosotros se abre una panorámica preciosa del kilométrico palmeral de Skoura y las montañas del Atlas como telón de fondo.

La entrada es bastante económica y, si cuentas con tiempo suficiente, merece mucho la pena dedicarle un ratito. Junto a Ait Ben Haddou y Taourirt, es de las mejor conservadas del país.

9. Garganta del Dades

Seguro que has oído hablar mil veces de este lugar. Es otra de esas paradas clave antes de llegar al desierto desde Marrakech. En realidad, estamos ante un desvío de la carretera principal N10 que nos interna por el Valle del Dades a través de una carretera sinuosa plagada de kasbahs, pueblos y paisajes impresionantes.

El punto culmen es un tramo montañoso de curvas cerradas que desemboca en la zona más estrecha de la garganta con altísimas paredes verticales a cada lado.

Ojo, no es un desvío corto. Debes contar con un mínimo de 2 o 3 horas para recorrer la carretera que lleva al fondo de la garganta y disfrutar de diversas paradas por el camino.

10. Palmeral de Tinerhir y Garganta del Todra

Otro desvío del itinerario principal de la N10, esta vez de tan solo una hora (ida y vuelta), nos conduce hasta el angosto cañón excavado por el río Todra. Un paseo corto junto a la carretera permite contemplar el cauce del río encajonado por grandes paredones rocosos en cuya base los comerciantes locales no pierden la oportunidad de exhibir sus poductos en busca de compradores.

El desvío se encuentra a la salida de la localidad de Tinerhir y la carretera que nos lleva hasta la Garganta del Todra es, en mi opinión, mucho más espectacular que el propio destino. Y es que, nos permitirá disfrutar de un gran y fértil palmeral que se extiende por la ribera del río ocupando todo el terreno hasta el mismo desfiladero.

Las vistas que hay desde los apartaderos y miradores que encontrarás por la carretera son fantásticas. Una combinación perfecta de texturas creadas por las montañas áridas, el verde oasis de palmeras, los muros rojizos de las kasbahs y el horizonte de cumbres del Atlas. Un ejemplo perfecto de la magia de los paisajes marroquís.

11. Merzouga y Desierto de Erg Chebbi

Llegó la hora de cumplir un gran sueño viajero: fundirse con la arena del Sahara. El pequeño pueblo de Merzouga está literalmente pegado a las primeras dunas y es el punto de partida para una aventura inolvidable en el Desierto de Erg Chebbi. ¿Mi opinión? Estamos ante uno de los lugares más especiales que ver en Marruecos. ¡Pura magia!

¿Quieres disfrutar de un amanecer o un atardecer en mitad del desierto? ¿Te apetece dormir en una jaima bajo un manto de estrellas? ¿O tal vez prefieres una entretenida ruta en quad surcando las crestas de las dunas? ¿y qué me dices de una ruta en 4×4 en busca de la tradición y cultura bereber? El abanico de posibilidades es muy amplio y todas ellas son una pasada.

Además, en los alrededores de Merzouga también hay lugares muy interesantes como el tradicional mercado de Rissani que conserva la esencia del comercio nómada o el auténtico pueblo de Khamlia donde sumergirte en las raíces berberes a través de la música Gnawa.

La mayoría de excursiones organizadas hacen una sola noche en Merzouga. Es el tiempo mínimo necesario. Sin embargo, si viajas por libre y cuentas con más tiempo, te recomiendo hacer dos noches. Te aseguro que no te vas a arrepentir.

12. Camino de Merzouga a Fez

Toca emprender el camino de regreso, esta vez ponemos rumbo a Fez. A lo largo del recorrido, el país va mudando su piel mostrando una variedad de paisajes muy diversa. También notarás diferencias muy marcadas en el ámbito social, cultural y económico entre las diferentes zonas por las que discurre la ruta.

Empezamos en el entorno del Valle del Ziz con su inmenso palmeral ocupando el fondo del árido valle. Se trata de una zona salpicada de pueblos humildes, kasbahs y desfiladeros bellísimos. Bajo mi punto de vista, es una de las paradas más interesantes.

Otro momento que te dejará pegado al cristal del coche es el perfil de la cordillera del Atlas Medio que observaremos desde los alrededores de la localidad de Midelt. Con las cumbres nevadas el panorama es grandioso. Tuve que desviarme un poco de la ruta para contemplarlo con calma. No te digo más.

El paso por el Parque Nacional de Ifrane ofrece un paisaje arbolado en el que se encuentra el famoso Bosque de Cedros de Azrou. Los ejemplares de cedro son preciosos, pero la zona que tienen preparada para el turismo es esperpéntica y desagradable. Más adelante, la conocida localidad de Ifrane no deja de ser un municipio occidentalizado dirigido al turismo invernal sin ningún encanto.

Este trayecto supone una jornada completa de conducción. A pesar de contar con varios puntos interesantes en el camino y que hacerlo en un día es bastante paliza al volante, dividir el trayecto en dos días no merece la pena.

Qué hacer en el norte de Marruecos

Nos sacudimos la arena del sur de Marruecos para sentir el frescor de la región más verde del reino alauita. Paisajes costeros bañados por el Atlántico y el Mediterráneo, parajes montañosos en la cordillera del Rif, preciosas ciudades que combinan tradición y modernidad, ciudades imperiales y la huella de la época del protectorado francés y español te esperan en el norte de Marruecos.

13. Fez

¡Imposible no perderse una y mil veces por el intrincado de callejuelas de la Medina de Fez! Es la más grande de Marruecos y está declarada Patrimonio de la Humanidad. Además de los infinitos rincones, puestos y zocos tradicionales, esconde lugares que son auténticas obras de arte como la Mezquita Karaouiyine, el Museo Nejjarine y la Madrasa Bou Inania. ¡Una locura!

Si quieres despertar todos tus sentidos, acércate a las fotogénicas y emblemáticas curtidurías Chouwara. Una impresionante paleta de colores y olores de un oficio milenario que perdura en tiempos modernos. Para escapar momentáneamente del frenesí de sus calles, nada mejor que subir a alguna de las agradables terrazas que se reparten por el entramado urbano y degustar un té con vistas hacia una de las ciudades más bonitas que ver en Marruecos.

Otras visitas obligadas en esta ciudad histórica son el animado barrio judío o Mellah y su peculiar arquitectura, la opulencia y majestuosidad del Palacio Real y el trazado de las murallas interrumpido por impresionantes puertas como Bab Bou Jeloud o Bab Rcif. Para descomprimir un poco, disfruta de una hermosa panorámica desde las Tumbas Meriníes. El paseo merece la pena.

14. Meknes

De ciudad imperial a ciudad imperial y tiro porque me toca. Quizás me pase de frenada, pero me atrevería a decir que es la más monumental de todas las ciudades del país. ¡Vaya tela! La cantidad de patrimonio que atesora Meknes (o Mequinez) es bestial y la convierte en una de las poblaciones más interesantes que ver en Marruecos.

Ahora viene lo más gracioso. Yo estuve allí pero… no puede ver prácticamente nada. Las obras de restauración que se estaban llevando a cabo mantenían la mayor parte de los lugares de interés cerrados y cubiertos con lonas. Espero que tú tengas más suerte. Imagínate lo que te espera porque yo con solo dar una vuelta por la medina y visitar el Museo Dar Jamai salí encantada.

Lo que más impresiona son sus imponentes murallas y, frente a la animada plaza El Hedim, la monumental puerta Bab El-Mansour. Una visita que debes completar con el Mausoleo de Mulay Ismail y la Madrasa Bou Inania.

15. Volubilis + Moulay Idriss

Yo no he visto cosa igual en mi vida. ¡Qué maravilla! El yacimiento arqueológico de Volubilis datado en el siglo I es uno de los vestigios del paso del imperio romano más importantes del norte de África. Mantiene un estado de conservación que, junto a los verdes campos a los pies de las montañas del Rif, dotan al lugar de una espectacularidad brutal.

Las columnas y escaleras del Capitolio, las arcadas y muros de la Basílica y el majestuoso Arco del Triunfo entre un extenso conjunto de restos de palacios, templos, termas y viviendas conforman un conjunto evocador de extraordinaria belleza. Y aún no te he contado lo más alucinante. Conserva gran cantidad de mosaicos en perfecto estado y al aire libre entre las ruinas. Ir descubriéndolos mientras recorres cada palmo de la vetusta ciudad es una auténtica locura.

El coste de la entrada merece totalmente la pena y se puede ver perfectamente sin necesidad de guía. No subestimes el encanto que tiene este lugar tan especial y reserva al menos un par de horas para explorar hasta el último rincón.

A solo 5 kilómetros se encuentra Moulay Idriss. Esta ciudad santa es un importante punto de peregrinación musulmán y aún mantiene una esencia muy tradicional. Y es que, aquí se encuentra el Mausoleo de Moulay Idriss, descendiente de Mahoma y fundador de la primera dinastía musulmana en Marruecos.

Solo se permite la entrada a musulmanes en las mezquitas y el mausoleo. Por ello, mi consejo es que hagas una parada corta en busca de la Petite y la Grande Terrasse. Se trata de dos miradores muy chulos que, aunque cuesta un poco encontrarlos, nos regalan una bonita vista general del pintoresco conjunto de casas arremolinadas en la colina.

16. Chefchaouen

Es la ciudad azul y seguramente uno de los destinos que ver en Marruecos más fotografíados del norte del país. No es de extrañar. ¿Te estás preguntando si realmente merece la pena o es solamente un gran escenario instagrameable pero sin verdadero encanto? La respuesta la tengo clarísima ¡es un destinazo!

Y no solo es que merezca la pena corretear por su callejuelas de todas las tonalidades de azul, también te recomiendo hacer noche y dedicarle un día completo. Sólo así podrás explorar a fondo cada rincón de la Medina, disfrutar de las vistas desde la Alcazaba, también desde la Mezquita Española, beberte un zumo de naranja recién exprimido junto al río Ras el Maa y ¿por qué no? probar la experiencia de entrar en un hamman local.

También te recomiendo unirte a una visita guiada para entender porqué la cartelería del centro histórico está en idioma español. Esta ciudad tan cuqui y fotogénica ubicada en plena Cordillera del Rif tiene muchos secretos y prefiero que los descubras allí mismo.

17. Cascadas Akchour

A tan solo 30 kilómetros de la ciudad azul y dentro del Parque Nacional de Talassetmane, las montañas del Rif encierran un espacio natural de gran belleza. Las cascadas de Akchour son una sucesión de saltos de agua, cascadas y pozas color esmeralda impresionantes.

La visita transcurre a través de una sencilla ruta de senderismo que discurre paralela al curso del río El Kelaa y asciende por el valle hasta culminar en la Gran Cascada (por desgracia, yo la encontré seca).

La belleza del paraje es indiscutible, como también lo es que los chiringuitos le restan bastante encanto. No se integran en absoluto en el entorno y se apropian incluso del propio cauce del río. Otro punto negativo es la cantidad de residuos que se encuentran por la zona. Falta conciencia medioambiental tal y como nosotros la conocemos. Éste es un tema que da para debatir y reflexionar con profundidad… pero no será hoy.

En esta misma zona, otro sendero más corto conduce hasta el llamado Puente de Dios, un peculiar arco de piedra natural en las paredes de un pequeño barranco. Por cierto, agudiza la vista cuando escuches ruidos que provengan de los árboles ya que podrás observar ejemplares de macacos en su hábitat natural vigilando entre las ramas por toda la zona. Un último consejo: evita los fines de semana porque es un lugar muy popular entre la población local.

18. Tetuán

Conocida como la Paloma Blanca, goza de una medina muy auténtica y poco turística declarada Patrimonio Mundial y cuajada de callejuelas, arcos y casitas blancas y verdes. Da la sensación de estar caminando por un pueblo andaluz, algo destartalado en ocasiones pero con una personalidad arrebatadora. A esta ciudad histórica tampoco la faltan los elementos más característicos de las medinas marroquís como mezquitas, tenerías, un barrio judío y los zocos de innumerables colores y olores.

¿Sabías que Tetuán fomó parte del protectorado español entre 1912 y 1956? Probablemente sí gracias a la popular serie española de ‘El tiempo entre costuras’ ambientada en los años treinta cuando la ciudad tetuaní cumplía las funciones de capital del protectorado.

Hoy en día, esa huella española se condensa en la llamada ciudad nueva. Las calles y edificios de este barrio español combinan el estilo arquitectónico andaluz, morisco y modernista de manera brillante. La plaza de Moulay El Mahdi o la Plaza Feddan con sus vistas al blanco conjunto histórico colgado bajo los muros de la Alcazaba, son los puntos más espectaculares.

Se nota que me enamoré de Tetuán ¿verdad?. Lo admito, me pareció una de las ciudades más bonitas que visitar en Marruecos. Y un último consejo: no te vayas sin cruzar la puerta Bab Mqabar, la más antigua de la ciudad. El ambiente que se respira en la zona te transporta a otra época.

19. Asilah

¿Qué te parece si ponemos rumbo hacia el Océano Atlántico para conocer una de las ciudades costeras más bonitas de Marruecos? Asilah o Arcila supone un soplo de aire fresco dentro de las ajetreadas localidades marroquís. Su tranquila y cuidada medina, en la que se respira aroma a sal y se siente la brisa marina, recuerda al casco antiguo de una pequeña aldea de pescadores con sus casitas encaladas adornadas con detalles en azul y verde.

Uno de sus puntos más bonitos es el Mirador de Caraquia. Un balcón desde el que contemplar el conjunto urbano protegido de los embates del mar por su compacta muralla. ¡Espectacular!

Por si fuera poco, las playas son otro atractivo de la zona. Hay dos muy especiales. Pegada a los muros de la medina se encuentra la Playa de los Cañones. Y a escasos kilómetros al sur, la Playa de las Cuevas ofrece un extenso arenal entre acantilados muy apetecible. Eso sí, el acceso a esta última por pistas sin asafaltar es algo complicado.

Mi opinión final sobre Asilah es que se trata de una ciudad muy coqueta, tranquila y agradable, llena de comercios dirigidos al turista y puestos artesanos. Sin embargo, me pareció que le faltaba ese punto tan auténtico que sí tienen otras ciudades marroquís. ¿Merece la pena visitarla? Sí, por supuesto. Pero, si vas muy justo de tiempo, en mi opinión puedes prescindir de esta parada frente a otros lugares chulísimos como Tetuán, Chefchauen o Rabat.

20. Rabat

Voy a confesarte una cosa. Estuve a punto de cometer un grave error. Pensaba que la capital de Marruecos no era un lugar lo suficentemente interesante y estuve a punto de dejarlo fuera de mi itinerario. De hecho, no suele entrar en los circuitos turísticos y eso, en parte, es una ventaja.

Rabat es preciosa, sorprendente y muy sencilla de visitar. Toda la ciudad es Patrimonio de la Humanidad y no es para menos. Su medina y Mellah es tradición, la Torre Hassan y Mausoleo Real de Mohammed V es monumentalidad, la kasbah de los Oudaias y la Necrópolis de Chellah es historia, La Ville Nouvelle es cultura y modernidad y sus playas unos perfectos miradores naturales donde desconectar y ver la vida pasar.

Puedes disfrutar de todos sus encantos en un día completo. Además, al ser la capital está perfectamente comunicada por avión, tren y autobús. ¡A mi me encantó!

21. Casablanca

Continuamos por la costa atlántica en dirección a la urbe más grande de Marruecos. Con más de 4 millones de habitantes, es el centro económico e industrial del país y está muy bien comunicada con Rabat y Marrakech. Esta gran metrópoli es la más occidentalizada, moderna y liberal de todas las ciudades marroquís, y también la más caótica, desigual y complicada para el turista.

Mi visita a Casablanca tenía como único objetivo conocer uno de los monumentos más impresionantes que ver en Marruecos: la Gran Mezquita de Hassan II. Es una de las pocas mezquitas del país visitable por no musulmanes y te lo juro, te va a dejar boquiabierto con su tamaño faraónico, los detalles de su arquitectura y la imponente ubicación sobre la aguas del Océano Atlántico. ¡Es una barbaridad!

No lo conocí, pero el centro de la ciudad también cuenta con algunos lugares interesantes como el paseo costanero de la Corniche, sus dos medinas (antigua y nueva) o el único Museo Judío de todo el mundo musulmán. Lo cierto es que con visitar la Gran Mezquita y salir ileso de la conducción para entrar y salir de la ciudad tuve suficiente 😛

Otros lugares preciosos que ver en Marruecos

Marruecos es un país fascinante y muy variado y me temo que crea adicción…pero de las buenas. Mis viajes no han dado para más, pero tengo una lista de lugares que se quedaron fuera que bien merecen otras tantas incursiones. Desde cautivadoras ciudades hasta destinos de sol y playa con una pinta increíble. Voy con ellos.

22. Tánger

Tánger es una de las principales puertas de entrada al país en avión o ferry. Su ubicación a caballo entre el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico y su función como puente entre el continente europeo y el africano, colocan a Tánger como un interesante y cosmopolita destino que ver en Marruecos.

Según lo que me han contado de primera mano, no es la ciudad más bonita que ver en Marruecos, pero Tánger tiene encanto suficiente como para dedicarle una paradita.

23. Costa Norte Mediterránea

El litoral mediterráneo marroquí dispone de buena comunicación con la Península Ibérica, por lo que puede ser un buen lugar para iniciar una ruta por Marruecos y aprovechar a descubrir sus encantos. Ciudades como Alhucemas o Nador son importantes centros turísticos estivales y cuentan con playas bastante chulas.

Aunque no pertenecen a Marruecos, no puedo pasar por alto nombrar a las ciudades autónomas españolas de Ceuta y Melilla. Suelen pasar desapercibidas pero disponen de un patrimonio cultural y monumental atractivo junto a un bonito entorno natural.

24. El Yadida

Esta ciudad costera protege el único Patrimonio de la Humanidad que me quedó por recorrer en Marruecos: la Ciudadela de Mazagán. Se trata de un conjunto defensivo precioso formado por murallas y bastiones asomados al Océano Atlántico. En el subsuelo llama mucho la atención la Cisterna Portuguesa.

25. Agadir y playas del sur

Seguramente, el área litoral más interesante que visitar en Marruecos. Si buscas un destino de sol y playa con todas las comodidades, Agadir es el lugar indicado. Además, es el punto de partida perfecto para descubrir arenales más salvajes y solitarios.

En la costa que se extiende hasta el sur del Sahara Occidental se encuentran lugares tan apetecibles como Tarfaya, la playa de El Gezira en Mirleft, la de Guelmim o los kilómetros de arena de Dakhla con su alucinante Isla de Dragón. ¡Vaya pintaza tienen!

26. Más y más kasbahs

La ruta de las mil kasbahs es uno de los roadtrips más chulos que hacer en Marruecos. Estas históricas fortalezas bereberes de tierra y paja que se extienden entre la cordillera del Atlas y el desierto marroquí, fueron construidas para proteger las antiguas rutas caravaneras y, en la actualidad, sumergen al viajero en un universo lejano y muy exótico.

Ya hemos conocido algunas de las mejores de camino a Merzouga, pero quedan muchas más como la de Agdz, Tamnougalt o Timederte. ¡Una pasada!

27. Desierto de Zagora

Lugar de paso de las antiguas rutas nómadas hacia Tumbuctú, Zagora es otra de las puertas de entrada al desierto del Sahara marroquí. Contemplar los insólitos paisajes del Valle del Draa y deambular por las dunas de Tinfou me parecen motivos de sobra para marcar este plan en rojo en la lista de tareas pendientes ¿No crees? La mejor manera de llegar es reservando una excursión organizada desde Marrakech.

Mapa de localización: destinos TOP de Marruecos

¡Vaya repaso hemos pegado a los mejores lugares que ver en Marruecos! Espero que esta completísima guía te ayude a organizar tu viaje, que lo disfrutes a tope y que repitas.

Y para ponértelo más fácil, te dejo un mapa de localización para que ubiques todos los lugares que aparecen en el artículo. También tienes los comentarios disponibles para que me plantees dudas, opiniones y sugerencias.

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