Parece mentira pero has leído bien el titular. Nos dirigimos al desierto más grande de Europa y uno de los más singulares de España. Las Bardenas Reales es un paraje natural de la provincia de Navarra donde la erosión del agua y el viento han originado barrancos, mesetas y formas caprichosas que te dejarán boquiabierto.
Por sugerencia de un amigo decidí realizar una excursión de un día al desierto. La ruta la realicé en coche visitando algunos de los puntos más destacados del parque. Hoy en día está catalogado como Reserva de la Biosfera y en esta entrada vas a entender el porqué.
Las Bardenas Reales fueron declaradas como Reserva de la Biosfera en el año 2000 y su territorio coincide con el del Parque Natural Hay tres zonas bien diferenciadas: la Bardena Blanca, el Plano, y la Bardena Negra. Las dos primeras corresponden a la imagen desértica que tenemos en mente al hablar de las Bardenas. La Bardena Negra, sin embargo, es una zona de mayor vegetación donde predomina el bosque mediterráneo.
Debido a la gran extensión del parque yo sólo pude visitar la Bardena Blanca Baja y la Bardena Blanca Alta.
Ruta en coche por las Bardenas Reales
Puedes comenzar tu excursión acercándote a la población de Árguedas, apenas a 7 kilómetros de la entrada del Parque Natural. Antes de llegar al pueblo te encontrarás un desvío hacia la iglesia de Nuestra Señora del Yugo. Allí hay un estupendo mirador hacia las Bardenas. Es un buen aperitivo antes de comenzar.
Ahora sí. Nos dirigimos al Centro de Información y Acogida de Visitantes del Parque Natural de Bardenas Reales. Sólo tienes que salir de Árgueda en dirección a Tudela por la carretera NA-134 y en seguida encontrarás indicaciones.
Allí puedes hacerte con un mapa de los caminos autorizados para coches y senderos. Además, te van a aconsejar las mejores opciones para disfrutar de tu visita. Yo elegí la clásica ruta circular Vuelta al Polígono de 31,7 kilómetros que pasa por algunos de los paisajes más espectaculares. La amplié un poquito haciendo algunos kilómetros más por otros caminos transitables que encontramos. La duración es relativa, en mi caso estuve un día entero. Hice muchas paradas, caminé por algunos senderos y, en definitiva, disfruté de un lugar único.
A partir de aquí empieza lo bueno. Todo parece indicar que nos estamos adentrando en una película del oeste americano. Nos reciben terrenos de arcilla y areniscas con las más diversas formas que han sido testigos del rodaje de numerosas películas y anuncios televisivos.
Al comienzo de la ruta ya advertimos una constante que nos acompañará durante la visita: la presencia militar. Y es que, en el centro del parque y excluido de terreno protegido, hay un amplia extensión propiedad del Ejército del Aire. Es el Polígono de Tiro de Bardenas donde se realizan periódicamente prácticas de tiro y bombardeo. Me parece increíble que un lugar tan especial como éste sea utilizado por el ejército para estos fines. Yo, personalmente, no lo entiendo.
Dejemos atrás las polémicas y sigamos nuestro camino. La pista que debemos seguir no tiene pérdida. Nos adentramos en el desierto y empezamos a ver grandes barrancos e hileras de montañas esculpidas con formas geométricas. Pasan los kilómetros, hay que hacer mil paradas y saborear el paisaje con tranquilidad.
Algunos kilómetros después hay una parada obligatoria. Se trata del icono más famoso y fotografiado de las Bardenas, el Cabezo de Castildetierra. Es un lugar estupendo para realizar una pausa puesto que también tenemos un pequeño camino peatonal bien indicado que se adentra en el Barranco de las Cortinas.
Rumbo a nuestro siguiente destino nos encontramos con el pequeño embalse de las Cortinillas y dejamos de nuevo el coche aparcado para subir al Cabezo de las Cortinillas. Es otra de las rutas peatonales señalizadas. Aunque más que una ruta son una hilera de escaleras que te llevan a un mirador con unas vistas incomparables. Merece la pena el esfuerzo.
Estamos prácticamente al final del día y nos despedimos del desierto regresando por el mismo camino por el que iniciamos el día unas horas antes.
Qué ver en Las Bardenas a pie o en bicicleta
Si te apetece realizar tu visita a las Bárdenas Reales de una forma diferente tienes varias opciones para elegir. En la página oficial de las Bárdenas Reales teneis un listado de recorridos habilitados para realizar tanto a pie como en bicicleta. En esta caso vais a disfrutar de senderos prohibidos para vehículos a motor.
Hay tres rutas para realizar caminando muy cortas y sin apenas desnivel (ya hemos hablado de dos de ellas):
- El Barranco de las Cortinas (1 kilómetro)
- Cabezo de las Cortinillas (500 metros)
- El Fraile (4,6 kilómetros)
Son 9 las rutas señalizadas para amantes de la BBT de todos los niveles:
- El Plano (28,6 kilómetros)
- Vuelta al embalse del Ferial (8,6 kilómetros)
- Vuelta al Polígono (48,3 kilómetros o 31,7 kilómetros)
- Landazuria (14,5 kilómetros)
- La Nasa – Plana de Sagasti (26,8 kilómetros)
- Plana de la Negra (23,7 kilómetros)
- La Negra – Sancho Abarca (37 kilómetros)
- Valdenovillas – Sancho Abarca (32,4 kilómetros)
- Gran Bárdena (68 kilómetros)
Pero ¡ojo! Es un lugar donde no vais a encontrar sombras y en un día muy caluroso podéis arrepentiros de hacer dejado el coche aparcado. Medid bien vuestras fuerzas y cargad bien de agua. Durante nuestro trayecto tuvimos que recoger a una pareja francesa agobiada por el calor y los kilómetros que aún les quedaba por recorrer.
También hay empresas que realizan recorridos a caballo, en segway y en 4×4. Para gustos los colores, pero en un lugar como este yo prefiero montármelo por mi cuenta. Si te pica el gusanillo puedes consultar estas alternativas en la Compañía de Guías de las Bardenas, La Vereda del Cierzo y Nataven, entre otras.
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